Capiatá, la ciudad cálida
Como un manto verde, se erige Capiatá como la entrada y salida de Asunción, desde que esta última es ciudad; como el manto tendido por su patrona Virgen de la Candelaria, una influencia franciscana y celebrada cada 2 de febrero, que cubre el suelo y lo deja fértil para la siembra y en los momentos del día, el verde se funde con los demás colores de la ciudad para teñir a Capiatá en una tonalidad cálida del naranja. Personas en los barrios, las calles, las plazas,todo queda impregnado en los ojos como algo en armonía, pero con mucho ruido.
Con el beneficio que les ofrece la ubicación y la gran afluencia de gente que transita Capiata, hace que muchas familias opten por la agricultura como medio de subsistencia. La migración desde otros puntos del país hasta Capiatá demuestra la voluntad de seguir trabajando la tierra incluso estando en la ciudad, con el desarraigo pesando sobre ellos. La señora Cecilia, oriunda de Aregua, en un ricón pequeño de su terreno en Capiatá, cosecha frutas y algunas verduras para ofrecer en la comunidad o en otras ciudades cercanas a Asunción. También siembra y cosecha frutillas en Aregua en las temporadas altas.
* Don Darío hace un recorrido de 6 Km. para cruzar de ruta 1 a ruta 2; con su carretilla a cuesta trae consigo varias cajas repletas de libros. Afirma tener una buena cantidad de libros para vender o en el mejor de los casos intercambiarlos. Una foto por un libro, me dice para terminar la charla.
* El día comienza temprano, es raro ver a una persona con una cámara por todos lados, me dice la señora que no quiso decirme su nombre, pero en su puesto de ventas de yuyos y quiniela, ella es una observadora formidable, no se le escapa nada.
* A un lado del camino es la mejor estantería para ofrecer yuyos o en todo caso algunas manualidades.
* Si se presenta la ocasión de una feria en la plaza central de la ciudad, el ruido de la ruleta girar con los clubes representativos del país es una constante.
Las caras y las calles en Capiatá, son tan familiares que las personas te saludan con una sonrisa en la cara como si te conocieran desde siempre. En medio del trabajo o de una conversación se toman un tiempo para posar en una foto o brindarte un saludo cálido. Aunque no conozcan nada de mí, nos tomamos un tiempo para conversar o escuchar alguna improvisación, porque a pesar de que no se vea, también hay mucho arte en la ciudad, pero el trabajo artístico musical merece un espacio especial, que no será este. Cuando transiten por Capiatá, percibirán otro ambiente, porque el manto verde que lo cubre tiene mucho atractivo e incita a conocer un poco más.
